Folha de S. Paulo


Para combatir el contrabando, las empresas piden controlar impuestos y vecinos

El peso de los impuestos a la producción brasileña es un factor decisivo para la proliferación de productos de contrabando en el país, según analizan ejecutivos de empresas afectadas por el contrabando y especialistas presentes en el fórum "El Contrabando en Brasil", organizado por Folha los pasados 18 y 19 de marzo.

Con más tributos, los productos nacionales se vuelven más caros y el margen de competencia de los que entran ilegalmente aumenta.

Brasil tiene la mayor carga tributaria de América Latina y una de las más altas del mundo, según un informe elaborado por la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) con datos de 2013.

"Este es un país que fabrica impuestos. Mientras no consigamos cambiar el modelo, estaremos siempre corriendo el riesgo de fomentar la competitividad de otros a través de la ilegalidad", afirma Carlos Tilkian, presidente de la juguetería Estrela.

El sector estima que, el año pasado se destinaron entren 500 y 800 millones de reales (US$ 153 millones y US$ 246 millones) a la venta ilegal de juguetes.

El presidente de la tabacalera Souza Cruz, Andrea Martini, afirma que el aumento de impuestos promovido por el gobierno a partir de 2012 para reducir el consumo, incentivó el contrabando de cigarros paraguayos.

A día de hoy la empresa estima que casi un tercio de los cigarrillos consumidos en Brasil provienen del país vecino. Sin control de calidad, su venta está prohibida en Brasil.

"Aumentó la carga tributaria, prepárese, porque va a enfrentar evasión fiscal y contrabando", dijo el ex superintendente de Hacienda en Brasil, Everardo Maciel.

Para el empresario, las alícuotas de importación fomentan el comercio ilícito.

Adilson Carvalhal Junior, presidente de la Asociación Brasileña de Exportadores e Importadores de Alimentos y Bebidas (Abba), afirma que el whisky de contrabando todavía acapara un cuarto del mercado. "El consumidor no ve el beneficio al pagar un tributo tan elevado por lo que prefiere correr el riesgo con el producto ilegal", añade.

MERCOSUR

Las diferencias de precios dentro del propio Mercosur (Mercado Común del Sur, proceso de integración regional conformado por Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela) agudizan el problema. Una parte significativa de los productos que entran ilegalmente procede de Paraguay.

El vecino debería tener los mismos aranceles de importación que Brasil, pero Mercosur permite que los paraguayos mantengan 649 productos con distintos aranceles.

Esta ventaja será válida, en principio, hasta 2019. No obstante, este plazo ya fue renegociado varias veces. Brasil y Argentina podrán mantener una lista de excepción de hasta 100 productos hasta final de año. Uruguay tendrá derecho a 225 hasta 2017.

La diferencia de cargas impositivas favorece que Paraguay importe productos chinos que después se envían ilegalmente a Brasil.

"Si Mercosur funcionase tal y como fue pensado, el problema dejaría de existir porque los mercados serían comunes, no tendríamos que controlar las fronteras como hacemos hoy", afirmó el ex ministro brasileño de Hacienda y antiguo embajador Rubens Ricupero.

AGENDA POSITIVA

Para Ricupero, es necesario, más allá de la represión, que haya colaboración entre los países vecinos. "Está entre nuestros intereses el desarrollo de Paraguay. La balanza comercial es extremadamente ventajosa para Brasil".

Se estima que en Foz de Iguazú y en las ciudades vecinas haya 40.000 personas viviendo del contrabando.

Según la Receta Federal, 30.000 vehículos y 60.000 personas pasan diariamente por el Puente de la Amistad que une Paraguay y Brasil sobre el río Paraná. "Es el doble de pasajeros que en el aeropuerto de Guarulhos", apunta Rafael Dolzan, delegado de Hacienda.

El órgano creó en 2012 un programa para incentivar la legalización de "sacoleiros", personas que se ganan la vida con la compra-venta ilegal de productos que transportan en bolsas (sacolas en portugués).

A este programa se le denominó Régimen de Tributación Unificada y permite que "micro importadores" puedan llevar mercancías de Paraguay a Brasil con aranceles reducidos. A pesar de ello, hasta ahora solo entraron en territorio brasileño 3,2 millones de reales (US$ 958.000) en mercancías a través del programa.

Editoria de Arte/Folhapress

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